Esta carta es para ti,,
Para esa lucha silenciosa,
para esa batalla que no se ve,
Pero qué estás ganando con tu esfuerzo.

Siempre puede pasar, siempre sucede y es algo de lo que no podemos escapar, la vida. La que tiene altos y bajos, momentos de una inmensa felicidad y otros… de una profunda tristeza, puede que este sea uno de esos momentos, uno de esos en los que quieras tirar la toalla y rendirte, y es una respuesta normal, de nosotros como personas.

Lo que me ayuda en esos momentos, es pensar en las cosas buenas que he vivido, en los caminos que he concluido y oye, puede que sea un desastre y que pensar eso me haga sentir peor, muchas puertas abiertas para caminos que no he tomado, pero no es esa la mejor invitación para estirar nuestros brazos abrir completamente esas puertas y actuar de una manera distintas, de ser más tú.

Y es que cuando ya sientes que se difumina un sentido, un porqué hacer las cosas, es cuando más libre puedes llegar a ser, porque ahora serás tú quien elegirá como hacer las cosas, por que serás capaz de marcar la diferencia con tus propias acciones y no con las limitaciones que te imponga tu entorno.

La mayor capacidad del ser humano, es a la vez su mayor debilidad… Esta es la libertad.
Y mira que intentamos pertenecer, somos seres sociales, aunque a veces nos cause daño o simplemente no encajemos, pero si algo tiene el vivir, es que no importa tanto llegar a la línea de meta, como si el goce, la alegría, la tristeza y el sacrificio que se presente en el camino que hemos decidido iniciar.

Atte.
Psicólogo Pedro Hernández Ruiz.

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