No hay verdadera democracia en México, y la poca que había está en riesgo. No hay una verdadera oposición en nuestro país. López Obrador es un presidente comunista que está destruyendo a Mèxico. Quiere regresar a los tiempos en que un solo partido gobernaba. Está destruyendo las instituciones democráticas, como el INE, por ejemplo, con su plan B (y que quede claro que estoy de acuerdo en que todo es perfectible, claro que se puede perfeccionar el INE. Incluso, no estoy de acuerdo con la ideología de algunos consejeros que usan su puesto para avanzar en sus agendas liberales progresistas, que no representan a la mayoría de los mexicanos). Necesitamos consejeros íntegros que no se vendan y que no respondan a organizaciones internacionales cuyo único interés es la destrucción de nuestra cultura y de nuestros valores. Que no se confunda una cosa con la otra: no estoy de acuerdo con el plan B del presidente, y tampoco estoy de acuerdo con Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama y algunos de sus compañeros consejeros. Eso no quiere decir tampoco que tengamos que regresar a los tiempos de fraudes electorales o de controlar el árbitro.

El presidente Obrador quiere controlar a México. No le interesa lo que piensa la gente; siempre dice que los pobres primero. Sin embargo, hay cada vez más pobreza en México. Él es muy bueno para multiplicar la pobreza, quiere tanto la pobreza que quiere que haya más. Si le importa la gente pobre..., ¿por qué no hace algo para acabar con la miseria, y sacar a los pobres de la pobreza?

México tiene todo, México es un país muy rico donde hay mucha gente pobre viviendo. Algo está mal. ¿Cuál es la respuesta? La corrupción, esa es la respuesta a la pregunta..., y las cosas están mal no solamente por culpa de este gobierno, sino también por los anteriores. Basta de corrupción, basta de mentiras, basta de abusos, ya estuvo bueno. Familia mexicana, trabajemos juntos por el cambio verdadero. Queremos un México exitoso para todos, no para unos cuantos.

#VivaMexico.