Se anuncian en redes sociales y páginas web como “Remates de inmuebles” a precios por debajo de su valor comercial. Una casa en la colonia Lindavista que se considera zona de alta plusvalía, se oferta en 879 mil pesos.

Se llaman “remates bancarios” porque supuestamente la propiedad del inmueble se encuentra en procedimiento judicial, derivado de que alguien no pudo pagar un crédito bancario.

En el último año, este fraude se ha incrementado hasta 40% según datos de la Asociación de Empresas Inmobiliarias. Bajo engaños, las empresas fraudulentas hacen creer a los interesados que un remate bancario es tan fácil como aprovechar la oferta y adquirir una casa a mitad de precio, pero esto no es así.

“Hay empresas que te ofrecen una supuesta casa muy barata, bajo un esquema nada claro, y te hacen una petición de un enganche de anticipo, 300, 500 mil pesos, pues es muy variado, estamos hablando de más de 30 empresas a nivel nacional. Lo que hacen es pedir el enganche, se cumplen los diez meses y le dicen ‘sabes qué, tu remate no se dio’”, explica Marko Ayuso, empresario del sector inmobiliario.

A decir de expertos en el sector inmobiliario, cuando existe un verdadero remate bancario el interesado debe ser parte de un juicio civil que puede durar meses o incluso años, hasta que un juez determine si procede o no la adjudicación legal del inmueble.
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